Con una esporádica presencia en las galerías pero con un tino que ya lo quisieran muchos, Rodolfo Durán proyecta su carrera plástica no sólo basándose en el retrato descontextualizado sino al pretender derribar las fronteras que impone la fama.
Ya quisieran muchos fans que les ocurriera lo que a Rodolfo: pintar a Ely Guerra y luego tener la oportunidad de entregarle el cuadro en su habitación de hotel, como lo hizo él en la última visita de la cantante a León.
La historia no para ahí, porque a raíz del gusto por esa expresión plástica, la rockera decidió un día buscar la tarjeta que el pintor leonés le entregó con el cuadro y marcarle al número telefónico de su casa.
“Pinté el cuadro pensando en dárselo algún día y cuando vino a León en enero del año pasado, el concierto era organizado por unos amigos que me ayudaron a acercarme a ella y entregárselo personalmente (...) le gustó mucho el trazo, hasta me echó piropos y me dijo que coleccionaba obras de arte”, relata.
Cuando Rodolfo recibió la llamada no lo podía creer, no sólo porque se considera seguidor de la intérprete, sino porque ella le había llamado para pedirle que la pintara otra vez, pero ahora en cuatro piezas distintas en diferentes etapas de su carrera y otros cuatro cuadros donde aparecieran los integrantes de su banda.
Ella le explicó que los cuadros – acrílicos sobre tela-, se expondrían e incluirían en un video para su concierto del 9 de diciembre en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México.
Así fue como el egresado de la Licenciatura en Diseño Gráfico por la Universidad De La Salle Bajío (1995-1999) comenzó a trabajar en la creación de una de las obras más significativas de su carrera, hasta el momento. La realización de las ocho piezas le llevó dos meses y medio a quien ha expuesto en la extinta galería Nnova, en el bar-galería Mural y en su Alma Mater, la UDLSA.
El teléfono e Internet fueron dos herramientas de ayuda invaluable para Rodolfo, quien a través de estos dos medios se mantuvo en contacto con la rockera.
“Tuve toda la libertad para crear, ella no me sugirió más que los cuatro looks diferentes que presenta en cada obra, incluso, ella no vio los cuadros hasta el día del concierto”, explica.
Plástica rockera
Ella le contó a Rodolfo que pretendía involucrar a la gente desde su llegada al teatro para que juntos, público y artista, recordaran en la que era una noche de retrospectiva por los 13 años de carrera de Ely.
La exposición la instaló el pintor el mismo día del concierto, en el mezzanine del recinto.
Las ocho piezas se montaron en caballetes y la decoración se complementó con velas y flores como un detalle ideado por la cantante. Además de exponerse, las ocho pinturas también se proyectaron en un video durante el concierto, mientras Ely cantaba el tema “Pa-ra-ti”.
“Para mí fue impresionante porque es la primera vez que mis cuadros están a la vista de 2 mil 500 personas – la capacidad del teatro -, fue un evento muy importante para mí, pues es un recinto que casi no presenta obra de arte”, comenta.
Importante, porque el leonés proyectó su actividad plástica y también porque Ely es una de sus cantantes favoritas, ahora quizá se encuentre en el número uno de su lista.
Sobre el proceso de preparación, confiesa que tuvo sólo unos minutos para observar las actitudes y personalidades de los músicos y luego eso llevarlo al lienzo y transmitirlo en contrastes de tonalidades.
“Ely también me dijo que era impresionante cómo había capturado la esencia de los músicos: Hernán el baterista con su carácter contrastante en un cuadro con tonos claros y obscuros y así los demás”, agrega el artista quien también incluyó a Ezequiel, el bajista, Demián, guitarrista y Nico, tecladista.
En las imágenes de un metro cuadrado se representa el inicio de la carrera de Ely cuando usaba el cabello oscuro, lacio y largo; una segunda etapa en donde se rapó la cabeza y que Rodolfo describe como melancólica; el look ‘afro’, en la etapa de su disco más exitoso “Sweet & Sour Hot y Spicy” y el único donde aparece sonriendo y, por último, la imagen de mohicana, la más reciente.
Por otro lado, quien admira a Ely por su consistencia, realismo y autenticidad, reconoce que esta experiencia le ha abierto el panorama.
“El hecho de que tanta gente haya visto mi trabajo no es sólo un golpe al ego, pues hasta hubo quienes sacaron sus cámaras y tomaron fotos de la obra; como artista quieres crear para que la gente lo disfrute”, dice el pintor, quien está seguro que haber trabajado con Ely le abre la posibilidad de pintar para otras personalidades.
El también diseñador gráfico espera que los cuadros de la cantante puedan exponerse en León antes de regresar al DF donde un amigo de la misma le cederá las paredes de su galería para exhibirlos.
Mientras, prepara una veintena de piezas para exponerlas en la ciudad, aunque aún no define el espacio ni la fecha, pero sin duda incluirá los ocho coloridos y rockeros cuadros.
Ya quisieran muchos fans que les ocurriera lo que a Rodolfo: pintar a Ely Guerra y luego tener la oportunidad de entregarle el cuadro en su habitación de hotel, como lo hizo él en la última visita de la cantante a León.
La historia no para ahí, porque a raíz del gusto por esa expresión plástica, la rockera decidió un día buscar la tarjeta que el pintor leonés le entregó con el cuadro y marcarle al número telefónico de su casa.
“Pinté el cuadro pensando en dárselo algún día y cuando vino a León en enero del año pasado, el concierto era organizado por unos amigos que me ayudaron a acercarme a ella y entregárselo personalmente (...) le gustó mucho el trazo, hasta me echó piropos y me dijo que coleccionaba obras de arte”, relata.
Cuando Rodolfo recibió la llamada no lo podía creer, no sólo porque se considera seguidor de la intérprete, sino porque ella le había llamado para pedirle que la pintara otra vez, pero ahora en cuatro piezas distintas en diferentes etapas de su carrera y otros cuatro cuadros donde aparecieran los integrantes de su banda.
Ella le explicó que los cuadros – acrílicos sobre tela-, se expondrían e incluirían en un video para su concierto del 9 de diciembre en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México.
Así fue como el egresado de la Licenciatura en Diseño Gráfico por la Universidad De La Salle Bajío (1995-1999) comenzó a trabajar en la creación de una de las obras más significativas de su carrera, hasta el momento. La realización de las ocho piezas le llevó dos meses y medio a quien ha expuesto en la extinta galería Nnova, en el bar-galería Mural y en su Alma Mater, la UDLSA.
El teléfono e Internet fueron dos herramientas de ayuda invaluable para Rodolfo, quien a través de estos dos medios se mantuvo en contacto con la rockera.
“Tuve toda la libertad para crear, ella no me sugirió más que los cuatro looks diferentes que presenta en cada obra, incluso, ella no vio los cuadros hasta el día del concierto”, explica.
Plástica rockera
Ella le contó a Rodolfo que pretendía involucrar a la gente desde su llegada al teatro para que juntos, público y artista, recordaran en la que era una noche de retrospectiva por los 13 años de carrera de Ely.
La exposición la instaló el pintor el mismo día del concierto, en el mezzanine del recinto.
Las ocho piezas se montaron en caballetes y la decoración se complementó con velas y flores como un detalle ideado por la cantante. Además de exponerse, las ocho pinturas también se proyectaron en un video durante el concierto, mientras Ely cantaba el tema “Pa-ra-ti”.
“Para mí fue impresionante porque es la primera vez que mis cuadros están a la vista de 2 mil 500 personas – la capacidad del teatro -, fue un evento muy importante para mí, pues es un recinto que casi no presenta obra de arte”, comenta.
Importante, porque el leonés proyectó su actividad plástica y también porque Ely es una de sus cantantes favoritas, ahora quizá se encuentre en el número uno de su lista.
Sobre el proceso de preparación, confiesa que tuvo sólo unos minutos para observar las actitudes y personalidades de los músicos y luego eso llevarlo al lienzo y transmitirlo en contrastes de tonalidades.
“Ely también me dijo que era impresionante cómo había capturado la esencia de los músicos: Hernán el baterista con su carácter contrastante en un cuadro con tonos claros y obscuros y así los demás”, agrega el artista quien también incluyó a Ezequiel, el bajista, Demián, guitarrista y Nico, tecladista.
En las imágenes de un metro cuadrado se representa el inicio de la carrera de Ely cuando usaba el cabello oscuro, lacio y largo; una segunda etapa en donde se rapó la cabeza y que Rodolfo describe como melancólica; el look ‘afro’, en la etapa de su disco más exitoso “Sweet & Sour Hot y Spicy” y el único donde aparece sonriendo y, por último, la imagen de mohicana, la más reciente.
Por otro lado, quien admira a Ely por su consistencia, realismo y autenticidad, reconoce que esta experiencia le ha abierto el panorama.
“El hecho de que tanta gente haya visto mi trabajo no es sólo un golpe al ego, pues hasta hubo quienes sacaron sus cámaras y tomaron fotos de la obra; como artista quieres crear para que la gente lo disfrute”, dice el pintor, quien está seguro que haber trabajado con Ely le abre la posibilidad de pintar para otras personalidades.
El también diseñador gráfico espera que los cuadros de la cantante puedan exponerse en León antes de regresar al DF donde un amigo de la misma le cederá las paredes de su galería para exhibirlos.
Mientras, prepara una veintena de piezas para exponerlas en la ciudad, aunque aún no define el espacio ni la fecha, pero sin duda incluirá los ocho coloridos y rockeros cuadros.