La rockera mexicana Ely Guerra dejó a un lado los escenarios y reflectores para convivir con campesinos de comunidades mazahuas del Estado de México.
"Carecíamos de muchas cosas, nuestros hijos, maridos se iban al extranjero, los hijos abandonaban la familia y regresaban a veces en un ataúd, nosotros ya no queremos eso”, expresó un miembro de la comunidad.
La cantante se sensibilizó tras conocer la triste realidad en la que vivían cientos de familias hace algunos años.
"Es difícil porque uno está en una postura tan superficial que hasta siento vergüenza", comentó la intérprete.
Pero gracias al proyecto de responsabilidad social Las huellas de Frida, de la cual la artista es embajadora hoy su vida es otra.
"Es una responsabilidad moral cuando la vida te da, uno tiene también que empezar a desprenderse y que bueno que empresas grandes que les va muy bien aprendan a desprenderse”, dijo.
Dicho proyecto, financiado por una conocida marca de tenis y por el grupo para promover la educación: el Desarrollo Sustentable A.C., ha apoyado a diversas comunidades a salir de la pobreza extrema en la que se encuentran.
"Todo inició con curso de capacitación en construcción de cisternas pero al pasar el tiempo nos dimos cuenta que hacía falta organizar y generar organización comunitaria”, añadió Isabel Martínez, coordinadora del desarrollo.
Cabe destacar que la ganancia obtenida por la venta de los diseños de Las huellas de Frida se destinará para seguir apoyando el sueño de niños y mujeres en situación de pobreza en nuestro país.
"Carecíamos de muchas cosas, nuestros hijos, maridos se iban al extranjero, los hijos abandonaban la familia y regresaban a veces en un ataúd, nosotros ya no queremos eso”, expresó un miembro de la comunidad.
La cantante se sensibilizó tras conocer la triste realidad en la que vivían cientos de familias hace algunos años.
"Es difícil porque uno está en una postura tan superficial que hasta siento vergüenza", comentó la intérprete.
Pero gracias al proyecto de responsabilidad social Las huellas de Frida, de la cual la artista es embajadora hoy su vida es otra.
"Es una responsabilidad moral cuando la vida te da, uno tiene también que empezar a desprenderse y que bueno que empresas grandes que les va muy bien aprendan a desprenderse”, dijo.
Dicho proyecto, financiado por una conocida marca de tenis y por el grupo para promover la educación: el Desarrollo Sustentable A.C., ha apoyado a diversas comunidades a salir de la pobreza extrema en la que se encuentran.
"Todo inició con curso de capacitación en construcción de cisternas pero al pasar el tiempo nos dimos cuenta que hacía falta organizar y generar organización comunitaria”, añadió Isabel Martínez, coordinadora del desarrollo.
Cabe destacar que la ganancia obtenida por la venta de los diseños de Las huellas de Frida se destinará para seguir apoyando el sueño de niños y mujeres en situación de pobreza en nuestro país.