24 marzo 2007

Triunfa En El Lunario

Con movimientos sensuales y letras que rayan en lo erótico, la cantante Ely Guerra regresó al Lunario del Auditorio Nacional, para provocar la euforia de sus fans durante el concierto de promoción del disco Ely Guerra, Teatro Metropólitan en vivo.

Ella, jugueteó en el escenario, bailó y coqueteó, mientras el espectador se rindió a sus pies, los más cercanos fueron cazadores al querer obtener una imagen con su celular, mientras ella posó descaradamente para cada uno de los lentes.

Es Ely Guerra quien en se entregó totalmente en cada acorde que emana de su guitarra acústica o eléctrica, acompañada por su banda Los Elys Guerra, quienes saben poner al punto exacto el toque funk y jazz para que explote su voz libremente por la melodía.

Sus canciones empiezan en lo tranquilo y evolucionan hasta convertirse en entidades sonoras apasionadas, las letras provocativas y el resto de la música recae en el estridentismo lo cual acentúa el espectáculo que prende y aloca a la gente.

Fueron más de mil personas las que impacientes, esperaron la llegada de la cantante.

La roquera deleitó a sus seguidores con temas como "De la calle", "Abusar", "Puerto Vallarta", "Angel De amor", "Mas bonita" y "Para ti".

"Vete", fue el punto culminante del concierto, donde todas las sensaciones acumuladas explotaron, Ely se aventó desde el escenario hacia la concurrencia. Un par de individuos la levantaron en sus brazos y así avanzó por todo el público, mientras los desesperados guardias de seguridad desde la valla hacían todo por recuperarla.

La noche continuó tras una pausa, Ely Guerra salió portando una playera negra sin mangas que, dijo, se la habían regalado sus fans y ella prometió ponérsela durante el concierto, ahora venían sus éxitos, como "Mi playa", "Ojos claros, labios rosas", "Tengo frío" y el cover de los tigres del norte "La tumba falsa".

Se despidió entre rachas de aplausos y gritos de todo tipo, desde piropos hasta frases románticas, decenas le declararon su amor, humilde agradeció la presencia de los asistentes, quienes le habían regalado una noche mágica e inigualable en "un lugar tan íntimo como es el Lunario".