Con su guitarra y esa pasión que la caracteriza, Ely Guerra se entregó a los cachanillas durante el concierto íntimo brindado este ‘Día de los Enamorados en Mexicali.
El espectáculo acústico transcurrió entre el canto de las mujeres y el grito de los hombres, quienes no pararon de tomarle fotografías ni admirar su belleza física.
La intérprete de voz educada y potente, llegó vestida de manera femenina, demostrando sus cualidades vocales al interpretar desde los éxitos más rockeros hasta las baladas más románticas, a capela.
“¡Gracias Mexicali por darme ese calor que nunca dejan que se vaya!”, expresó desde que subió al escenario del Rosso.
Siempre se mantuvo en contacto con el público y agradecía en repetidas ocasiones su cariño, sin embargo también dejó ver su molestia por la cercanía de la barra con el escenario.
“Muchas gracias, ahorita me brinco para allá pero este escenario es el más raro de toda mi vida", dijo.
Antes de despedirse bajó completamente de la tarima y caminó entre las primeras filas, donde había gente sentada en el piso, quienes se asombraron por verla tan cerca y cantar otro de sus temas, sin micrófono, arriba de uno de los sillones lounge.
El espectáculo acústico transcurrió entre el canto de las mujeres y el grito de los hombres, quienes no pararon de tomarle fotografías ni admirar su belleza física.
La intérprete de voz educada y potente, llegó vestida de manera femenina, demostrando sus cualidades vocales al interpretar desde los éxitos más rockeros hasta las baladas más románticas, a capela.
“¡Gracias Mexicali por darme ese calor que nunca dejan que se vaya!”, expresó desde que subió al escenario del Rosso.
Siempre se mantuvo en contacto con el público y agradecía en repetidas ocasiones su cariño, sin embargo también dejó ver su molestia por la cercanía de la barra con el escenario.
“Muchas gracias, ahorita me brinco para allá pero este escenario es el más raro de toda mi vida", dijo.
Antes de despedirse bajó completamente de la tarima y caminó entre las primeras filas, donde había gente sentada en el piso, quienes se asombraron por verla tan cerca y cantar otro de sus temas, sin micrófono, arriba de uno de los sillones lounge.